miércoles, 19 de abril de 2017

...NUESTRA BUSQUEDA...

EL INFIERNO BLANCO

Hola a todos, ¿como ha ido esta semana santa? Nosotros seguimos entrenando y acercándonos a una nueva aventura que nos llevara a recorrer los Campos de Calatrava en el Trail de los Castillos que se celebrara el próximo 7 de de Mayo.
Hace unos años, recorrí aquellas tierras no tan lejanas y descubrí en su orografia (y leyendo varios libros) que el Campo de Calatraba es una de las tres zonas de vulcanismo reciente mas importantes de la Península Ibérica junto a las regiones de Olot, en Gerona, y Cabo de Gata en Almeria. Sus paisajes esconden una orografia muy desconocida y  que pueden llegar a pasar desapercibida. Ahora, este Trail nos ofrece la oportunidad de recorrer estas tierras y mimetizarnos con un entorno de una gran riqueza paisajistica e histórica. 
Para su entrenamiento hemos tenido que modificar un poco los entrenos metiendo mas ritmos y descendiendo los desniveles para de esta manera coger un poco mas de velocidad, ya que el circuito lo exige. Es por ello, que el pasado 31 de marzo decidimos subirnos a Gredos para hacer una tirada larga de montaña y dejar aparcado durante el mes de abril los entrenos por monte. 
Y asi fue como no siendo mas de las cuatro de la mañana Jesus ya me estaba recogiendo en la puerta de mi casa para dirigirnos hacia la poblacion de Candeleda, donde comenzaríamos a realizar nuestra ascensión.  
A las cinco cuarenta ya estábamos corriendo hacia arriba cargados como mulas: mochila grande con piolet, crampones de travesia, pluma, comida y agua como para pasar varios dias. Tampoco podia faltar un buen cordino de 30 metros por si acaso: la montaña no da segundas oportunidades.
LA APERTURA DEL CAMINO
Con gran ilusión y entusiasmo comenzamos a quemar kilometros y metros de desnivel, y la verdad que lo pasamos en grande, aunque a partir de los 1500 metros la progresión se hizo muy difícil debido a dos motivos: el primero la incursión de varias borrascas que descargaron sobre nuestras cabezas granizo, dejando una niebla densa y temperaturas bajo cero... la sensación térmica era, nunca mejor dicho, escalofriante, pero íbamos bien pertrechados. La segunda, la gran cantidad de nieve blanda que se acumulaba en las laderas del monte y que nos engullía paso a paso: era un autentico infierno blanco en donde varios metros de nieve intentaban impedir la consecución de nuestro objetivo. En mas de un momento pensamos en dar la vuelta pero sabíamos que iba a pasar tiempo en volver a estar alli, asi que tirando de cabeza continuamos hacia la portilla del Puerto. Al llegar y tras hacer unos ultimos metros de maxima dureza, miramos el reloj y el cielo, y a pesar de que el frio seguia pegando fuerte no parecia que la cosa fuese a ir a peor, por lo que nos dimos el lujo de subirnos hacia los altos el Morezon. Al final, mas e 35 kilometros con un desnivel de 2300 metros por un terreno, en ocasiones, impracticable.
Pero mas que hablar de lo que fue un bonito dia de lucha con nosotros mismos, quiero recoger este momento...:

LA ILUSION
..."deshicimos todo el camino ascendido siguiendo nuestras propias huellas que horas atrás habían abierto la piel de la montaña.
El frio y la nieve se habia quedado arriba y nuestros pies ya tocaban la tierra: era un buen momento para descansar nuestras espaldas doloridas por la dura carga y comer algo, pues aun quedaban dos horas de descenso a buen ritmo. Un buen bocadillo de lomo con tomate y queso parmesano aderezo una magnifica jornada de montaña donde la ilusion por disfrutar de los momentos de amistad junto a Jesus me hizo retroceder a mi infancia: allì sentados, entre risas y conversaciones, pareciamos niños que acababan de recibir el mejor de los regalos... y es que nos encanta la montaña y la aventura de la busqueda del porqué...NUESTRA BUSQUEDA..."



Termino con el fragmento de este poema  de Francisco M. Ortega Palomares...

Me da vértigo el punto muerto…
y la marcha atrás,
vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gas-oil.

Me angustia el cruce de miradas,
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo
el paso obligatorio,
las tardes de domingo y hasta la linea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran a sus ideales
sobre los de cualquiera

Me cansa tanto tráfico
y tanto sin sentido
varado frente al mar mientras el mundo gira.
Fragmento del poema Ideario de Francisco M.Ortega Palomares

EN BREVE MAS...