Hola a todos, nuevamente nos encontramos, como dice el poema, "parados frente al mar mientras el mundo gira"... Es bueno parar de vez en cuando y echar la vista atrás para poder reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestros caminos... Son momentos donde ideas peregrinas cruzan volando sobre nuestras cabezas generando, en ocasiones, una linea a seguir en nuestra vida.
Durante este ultimo año, nuestra evolución nos ha llevado a disfrutar de este deporte tan bello y duro desde el desarrollo de recorridos realizados en autosuficiencia. Es aquí donde hemos encontrado la madurez de ser capaces de escuchar los mensajes que nos manda nuestro cuerpo y mente, y que nos llevan, con gran esfuerzo físico y psíquico, a conseguir objetivos que parecen en su planteamiento inicial imposibles.
Hace pocos dias cerramos el año con un ultimo ultra que denominamos LOS 100 DEL SOLSTICIO, un circuito de 100 kilometros con un desnivel positivo de 1700 metros, donde en autosuficiencia, es decir, llevando todo a cuestas y teniendo mas o menos claro donde conseguir agua, superamos el recorrido en menos de trece horas arropados por la oscuridad de la noche y la frialdad de la madrugada,... algo realmente impensable en los dias en los que estuvimos planificando la gesta.
En esta ocasión, la sociedad la hicimos junto a un Bikilamanjaro con el que estamos forjando una bonita amistad: Capi Teijeiro, un tipo duro donde los haya, pero sobre todo, un hombre forjado en la superación personal gracias a su gran disciplina, esfuerzo y trabajo, y con el cual, compartimos valores como compañerismo, cooperación, empatia, amistad y trabajo en equipo.
Pero hoy no voy a hablar de lo que fueron los 100 DEL SOLSTICIO donde nos lanzamos a la noche para disfrutar de nuestra forma de vivir este deporte, de hecho, si alguien quiere leer como conseguimos superar la gesta les dejo el enlace de la gran crónica que hizo Capi en su blog y que describe de manera impecable cada kilometro del recorrido:
Tampoco os contare lo que significa para mi hacer un ultra, pues no es mi objetivo aburriros contándoos mi forma de vivir todo esto, mi manera de sentir este deporte. Hoy, tan solo quiero compartir algunas reflexiones con todos vosotros que deambulan permanentemente por mi cabeza y que comparto en las conversaciones que mantengo durante nuestros largos entrenamientos con mis amigos de fatigas. Y es que en muchas ocasiones me pregunto si no estamos generando, con nuestras crónicas, nuestros vídeos y nuestras fotos, una idea equivoca de lo que es y lo que significa correr un ultra trail.
Hace unos meses cuando nos dirigíamos hacia Avila para emprender la ultima de las aventuras con The Proyect 282, Miry, la hermana de Capi, nos decía que le gustaría que en nuestros vídeos pudiésemos mostrar como la dureza de los kilómetros hacia mella en nuestros cuerpos, o como la desesperación se apoderaba de nosotros cuando perdíamos el camino teniendo que deshacer kilómetros que incrementaban la previsión planificada, o como en el lugar donde esperábamos encontrar agua no encontrábamos nada dejándonos al limite de la deshidratacion. La sensación que le producían nuestras filmaciones era que íbamos constantemente disfrutando, sonriendo, sin cansancio, haciendo kilómetros como el que come palomitas viendo una peli. Pero a la misma vez observaba que al hablar con nosotros en el tu a tu, aparecían las DESVENTURAS por las que pasábamos durante los largos recorridos y que le hacían darse cuenta que todo esto era mucho mas duro de lo que contábamos.
Y la verdad que no se como llegar a explicar las sensaciones y los estados emocionales por los que pasamos en una ultra, pero haciendo memoria quiero recoger unas palabras que escribí en le 2016 cuando junto con Jesus corrimos Bandoleros, una de las pruebas mas duras de la Peninsula Iberica por sus férreas condiciones meteorológicas durante ciento sesenta y pico kilometros. Os dejo estas palabras:
"LA LOCURA...GRAZALEMA A BENAMOHORA: Este tramo son las tres peores horas de toda la carrera. Aqui es donde los adjetivos con el prefijo DES- se apoderan de mi: llego la desesperación, la desmotivacion, y otras tantas que revoloteaban en mi cabeza. Tras una buena subida, la bajada fue terrorífica: el sendero, a parte que tenia una gran inclinación, tenia partes que había que pasar de puntillas debido al barro y al agua. Para colmo, los corredores de la carrera corta te pasaban volando, y aunque te decían que eramos unos maquinas solo nos daba para pensar cosas negativas. El bosque, que la noche anterior me parecía precioso, ahora me parecía una mole negra que no me gustaba. La oscuridad incrementaba el sueño y el cansancio, y todo esto, junto con las DES- me llevaban loco. Hubo un momento que Jesus se adelanto y crei ver a un perro... era Jesus esperándome... Una canción del Robe no deja de sonar en mi cabeza... estaba deseando llegar a Benamahoma..."esta jodido el percal".
ILUMINACION... EL RENACER: Llego a Benamahoma y me quiero morir, allí esta Galo. Hablo con el y le digo que estoy fundido, que no puedo, que siento que tengo fiebre, que me duele el estomago, que tengo nauseas y que no puedo. -"Te quedan 16 kilómetros"- Me dice el Galo. Yo solo pienso que en el mejor de los casos me quedan 3 horas... ¡Tres horas mas!. En mi cabeza solo surgen pensamiento, ideas, y otras paranoias. Es lo mas parecido a una olla express, no soy capaz de controlar la ebullición que hay allí dentro. "
Esta es una de mis crónicas mas leídas, pero por si alguien aun no la ha leído y la quiere leer os dejo el enlace para ver como en ocasiones también tenemos que cruzar por el infierno...
La configuración de este mundo tan globalizado en estos últimos tiempos nos hace perder el respeto a lo que significa ponerse detrás de una linea de salida de un ultra...
Correr 100 kilómetros no es nada sencillo, o al menos no lo es para mi. Y es por ello que me veo en la obligación ética de explicar que enfrentarse a un ultra es un proceso muy complejo que se va construyendo dia a dia, kilometro a kilometro, prueba a prueba, adquiriendo poco a poco la madurez como corredor y aprendiendo, sobre todo, el lenguaje de comunicación con tu propio cuerpo y mente que desarrolla la habilidad de escuchar sus mensajes e interpretarlos.
Con estas palabras quiero expresar dos ideas claras: la primera que no es mi objetivo desanimar a nadie en la consecución de objetivos deportivos y personales, tan solo quiero expresaros, desde mi opinión personal que ya no solo correr, preparar un ultra, requiere de un gran esfuerzo fisico y psiquico que se adquiere con años de trabajo y experiencia que van forjando a la persona.
Y segundo, que las historias que os contamos en nuestros blogs, videos y redes sociales no os hagan banalizar el proceso de preparar una ultra, pues en el silencio de las horas de carrera hay también aburrimiento, soledad, cansancio, frio, dolor y todas las DES- que se pueda imaginar tu cabeza...
En breve mas...
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