Hola a todos...
¡Que palizón nos metimos este fin de semana entre pecho y espalda! ¡Que grande la ultra de Gredos!... ¡y que dureza...!
Aun no puede comprender como pude llegar a buen puerto en esta dura aventura con la dificultad añadida de ir sintiendo como los dedos se me salían por el nuevo conducto de ventilación que se había creado de manera fortuita en mis zapatillas. La mejor reflexión que puedo hacer es que La Sportiva Ultra Raptor es la mejor zapa para correr ultra trails de gran exigencia técnica. Con estas he corrido este año las 100 Millas Bandoleras, las 67 millas romanas de Merida y la ultra de Gredos: tres carreras de gran exigencia donde me he sentido protegido por este modelo que llevo usando desde el año 2014, cuando en una charla técnica con mi amigo Javier Garrido en tiendas Bikila de Toledo, me las ofreció pensando en mis características. Desde entonces este ha sido mi modelo, y espero que lo sea por muchos años mas. Son tan buenas que aguantaron 60 kilómetros de montaña en el estado que se ven en la foto tras un choque fortuito con una piedra que se interpuso en mi camino... aunque hay que contar que recibí alguna "ayudita" que luego os explicare.
ESTO NO ES UNA BROMA: PASEANDO POR EL INFIERNO.
Plantarse en la salida de la Ultra de Gredos no es una broma. Aquí no se puede venir sin haber planificado hasta el ultimo detalle. Desde los primero kilómetros de carrera te estas jugando el tipo. Es lo mas parecido a una batalla donde nos enfrentamos a la montaña, la cual, cuando no te ataca con su terreno escarpado de caos de piedras lo hace lanzando un calor infernal provocado por el astro rey. Un recorrido de 82 kilómetros por el infierno con casi 5000 metros de desnivel positivo acumulado que intentara vencerte atacando tu físico y tu mente, y donde no nos quedara otra alternativa que aprender a disfrutar con el sufrimiento. Mas que una carrera es un AVENTURA.
Este ha sido mi cuarto año como participante en esta gesta, la quinta si contamos la pirata que hicimos el año pasado tras la suspensión de la prueba, y solo puedo decir que cada dia me gusta mas. Se valora muy positivo el alto nivel de madurez que va alcanzando esta organización, la cual cuenta con un gran numero de voluntarios que incrementan el nivel de calidad del evento y que facilitan el transito por el averno de los corredores que se aventuran a cruzar estas sierras.
Respecto al año pasado el recorrido se ha endurecido en gran medida al haber mucho mas kilometros que transitan por zonas tecnicas y senderos de montaña. Si se quiere conocer el Sistema Central y recorrer sus salvajes rincones esta es la carrera.
LO QUE DIO DE SI LA ULTRA DE GREDOS CONTADO EN PRIMERA PERSONA
Cuatro de la madrugada. Tras haber descansado plácidamente en el pabellón de Arenas de San Pedro, el cual había sido puesto a nuestra disposición por la organización para descansar unas horas, me dirigí hacia la linea de salida donde me encontré rodeado de grandes aventureros que se mostraban ansiosos por que se diese el disparo de salida. Allí me reencontré con Vito y Soto, del equipo archienemigo los Bikilamanjaros, a los cuales había estado animado meses atrás en su aventura por el Gran Trail del Aneto. Tras saludarnos y desearnos suerte entramos en concentración absoluta para comenzar a transitar por las tinieblas.
Tras una cuenta atrás y siendo las cuatro de la madrugada se abrieron las puertas del inframundo...
Mi planificación era clara: teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas que nos esperaban, el calor haría mella en nuestros cuerpos a partir del medio dia. Si todo iba bien, mi tiempo iba a estar en torno a las 16 horas y media (al final me adelante en 7 minutos a la previsión. jejejeje). Pero para ello tendría que apretar en las primeras horas todo lo que pudiese para poder recorrer el máximo de recorrido durante las horas de menor calor. Mi gran amigo Jesús el liebre siempre tiene esa filosofía en carrera: "lo que no corras al principio no lo correrás al final". Así que comencé a tirar para arriba intentando mantener ritmo en las subidas que nos llevaron hasta el Puerto del Peon. Durante este tramo comencé a coincidir con compañer@s de fatigas, como la que seria la ganadora de la prueba ,Helena Carbojosa y Javier Martin, un corredor de Toledo con el que había coincidido en otras pruebas pero con el que nunca había hablado y con el que espero volver a coincidir en algún viaje en busca de la locura.
Pasado el Puerto del Peon comenzamos a seguir la cuerda que nos llevo entre subidas y bajadas al viejo refugio de los Pelaos, donde el amanecer comenzó a iluminar la inmensidad de la montaña.
Tras cruzar esta zona comenzó una vertiginosa bajada donde me dio alcance Vito. Intente seguir su ritmo de bajada y fue entonces cuando una piedra se interpuso contra mi pie. La patada que se llevo la piedra fue morrocotuda aunque no la produje ningún tipo de daño. Por el contrario mi zapatilla quedo muy dañada y mi mente me llego a decir en algun momento que hoy la montaña iba a ganar pues era imposible poder correr con la zapatilla en esas condiciones...
Pero había que intentarlo, no había ido hasta allí para volverme sin haber vivido a tope esta carrera, así que continué corriendo intentado que los dedos no se me saliesen hacia fuera.
A cada persona que veía le preguntaba si tenia cinta americana, pero no había suerte. Al llegar al puerto Candeleda los voluntarios avisaron por walki para ver si en algún control de paso alguien disponía de cinta, y afortunadamente la flauta sonó: en el Morezon se
encontraba un miembro del equipo de seguridad de B612, el cual indico a los voluntarios del puerto Candeleda que si llegaba hasta allí me podría arreglar la zapatilla.
Este dato me dio mucha moral y comencé a subir hacia el Morezon con gran entusiasmo y sintiendo que en las subidas no tenia problemas para continuar avanzando. Al llegar al Morezon, me encontré con este crack de la foto. Sin dudarlo y sin perder tiempo me cosió la zapatilla con bridas y cinta americana. ¡No me lo podía creer! Infinitamente agradecido.
Tras recuperar la tracción en las bajadas hice sociedad con Jose, un corredor de Guadalajara con el que compartiría muchos kilómetros durante la prueba. Entre uno y otro llegamos al refugio de la laguna grande de Gredos en unos 45 minutos por debajo de lo planificado.
Tras avituallar y encontrarme con Carolina Cañizares, gran corredora y magnifica persona, continué para enfoscar la parte mas dura: las subidas al Ameal de Pablo y al Cabeza Nevada... bueno... he dicho duras... lo duro fueron las bajadas...
Y es que subir se sube pero bajar... eso es otra historia. La bajada del gargantón, con nevero incluido y su gran inclinación, te hace bajar culeando en mas de una ocasión. La progresión es lenta, y el kilómetro se hace sumando muchos minutos. Pero si esa bajada es mala, la bajada del Cabeza Nevada es ya de traca. Comienza la sinuosa bajada en un mar de piedras que aparentan fijación pero que se mueven al primer despiste. Tras el caos llega la pradera, llena de pequeños agujeros disimulados por las largas hierbas y que están deseosos de que algún incauto meta su pie en algún despiste para engullirlo.
Pero sin duda la ultima parte de esta bajada, cuando ya se ha pasado la laguna del novillero y estamos muy cerca del puente Roncesvalles, es la mas dura de toda la carrera ( o al menos para mi). La inclinación es brutal y la hierba y la arenilla se hacen fuertes generando constantes resbalones que te ocasionan mas de un susto. En esta bajada los cuadriceps se ponen al rojo vivo de ir frenando el cuerpo que tiende hacia delante a gran velocidad. En esta bajada me dio caza Helena, gran especialista en terreno técnico, y que así lo certifico proclamándose horas despues ganadora de la carrera. En esta bajada también tuve que parar a realizar una parada en boxes para que me dieran un par de vueltas de cinta americana en la zapatilla. Afortunadamente en un punto de control unos voluntarios tenian de este genial elemento que a partir de ahora siempre llevare dentro de mi mochila. En este punto de control se encontraba otro gran corredor: David Martin de Vidales del equipo Maximo Trail. Este se encontraba intentando recuperarse de una hipoglucemia. Problemas estomacales le habían provocado cruzar la zona mas dura y técnica de la carrera sin poder comer nada y la maldita pájara había hecho su aparición. Tras despedirme de David y agradecer a los voluntarios su habilidad para arreglar zapatillas continué para llegar hasta el puente Roncesvalles.
Allí ni pare, cargue un poco de agua lo mas rápido posible e intente relajar los músculos poniendo un ritmo mas suave, el cual me duro poco al ver que a pocos metros por delante de mi se encontraba Helena. Me pegue a ella y entre charlas y risas fuimos quemando juntos kilómetros. El calor era insoportable y cada vez que cruzábamos una garganta metíamos la quijotera en el agua para bajar temperatura pues el calor era insoportable. Poco a poco, kilómetro a kilómetros y manteniendo ritmos constantes fuimos llegando a la plataforma donde me esperaba un buen avituallamiento.
Sin pausa me comí unos macarrones sin utilizar cubiertos. No podía dejar de pensar lo que se estaría riendo el señorito Galo viéndome comer de esa manera tan tosca. A pocos minutos de mi llegada a la plataforma llego Javier, al cual lo estaba esperando Carmen, su mujer. Esta, nada mas ver el estado de mis zapas me ofreció unas que tenia en su furgo. No acepte pues mis dedos ya habían aprendido a no salirse del inmenso boquete que presidia la puntera de mis zapas, pero quiero decir que me siento muy agradecido por su apoyo y ayuda. Gracias chicos.
Y con el sol achicharrando y una temperatura brutal volví a hacer sociedad con Jose de Guadalajara para coronar la ultima cumbre: la Mira. Esta ascensión se hizo muy divertida metiendo ritmos fuertes para coger a corredores que se iban quedando rezagados en las ultimas cuestas. Pero lo que mas me sorprendió fue que al llegar a la cumbre, detrás de mi se encontraba Javier, el cual en la plataforma, después de ofrecerme las zapas, se le veía muy cansado. Al parecer, los macarrones se habían comportado en su cuerpo al igual que poción mágica en Axterix. Y sin quererlo ni planificarlo hicimos nueva sociedad en la bajada hasta el Nogal del Barranco donde bajamos a un fuerte ritmo dando alcance a un gran numero de corredores que ya venían pidiendo la hora.
En el Nogal del Barranco ya solo nos quedaba una bajada por sendero y camino de unos 10 kilómetros. Pero yo no contaba con que había que recorrer algo mas de un kilómetro por asfalto, el cual me provoco que de los dedos del pie afectado por la zapatilla rota me saliese humo... ¡casi se me achicharran|... pero ya no nos íbamos a quejar después de todo lo que llevábamos... así que sin pensar mucho llegue a Arenas de San Pedro donde pare el crono en 16 horas y 23 minutos, clasificando el 41 de la general y sintiéndome muy orgulloso del trabajo realizado en tan duro y salvaje circuito.
LOS CRACKS CON LOS QUE COINCIDI Y YO MISMO:
CORREDOR: JAVI " FREELANCE"
Recuerdo que hizo mucho frio y el circuito era en sentido contrario al actual. Hasta allí nos desplazamos unos cuantos locos en una edición que, al menos a mi, me pareció durisima, incrementado por una organización que debía madurar. Tras esta vinieron las ediciones del 2015 y 2016, donde apareció una gran evolución en la organización. Tras estas tres ediciones hubo un año de transito por el desierto, el 2017, donde algunos no pudimos quedarnos sin estos montes y organizamos una "Pirata"... Y ahora, año 2018, la edicion de la Ultra de Gredos se ha consolidado como una gran prueba de máxima dureza no acta para todos con un circuito endiablado que te lleva al limite y donde la organización gestiona de manera sobresaliente un evento de gran magnitud para el disfrute de todo aquel que quiera enfrentarse a estas duras montañas... Sin duda volveremos a su quinta edición.
Y como si hubiese sido poco... el domingo, sin apenas haber descansado del palizon, corri junto a mi Henar, y mis cuñados Olmo y David el Desafio Navatrail de 10 Km y 700D+... donde mi querida princesa nos marco un ritmo endiablado que nos costo mucho seguir...pero eso ya es otra historia que otro dia os contare...
Este ha sido mi cuarto año como participante en esta gesta, la quinta si contamos la pirata que hicimos el año pasado tras la suspensión de la prueba, y solo puedo decir que cada dia me gusta mas. Se valora muy positivo el alto nivel de madurez que va alcanzando esta organización, la cual cuenta con un gran numero de voluntarios que incrementan el nivel de calidad del evento y que facilitan el transito por el averno de los corredores que se aventuran a cruzar estas sierras.
Respecto al año pasado el recorrido se ha endurecido en gran medida al haber mucho mas kilometros que transitan por zonas tecnicas y senderos de montaña. Si se quiere conocer el Sistema Central y recorrer sus salvajes rincones esta es la carrera.
LO QUE DIO DE SI LA ULTRA DE GREDOS CONTADO EN PRIMERA PERSONA
Cuatro de la madrugada. Tras haber descansado plácidamente en el pabellón de Arenas de San Pedro, el cual había sido puesto a nuestra disposición por la organización para descansar unas horas, me dirigí hacia la linea de salida donde me encontré rodeado de grandes aventureros que se mostraban ansiosos por que se diese el disparo de salida. Allí me reencontré con Vito y Soto, del equipo archienemigo los Bikilamanjaros, a los cuales había estado animado meses atrás en su aventura por el Gran Trail del Aneto. Tras saludarnos y desearnos suerte entramos en concentración absoluta para comenzar a transitar por las tinieblas.
Tras una cuenta atrás y siendo las cuatro de la madrugada se abrieron las puertas del inframundo...
Mi planificación era clara: teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas que nos esperaban, el calor haría mella en nuestros cuerpos a partir del medio dia. Si todo iba bien, mi tiempo iba a estar en torno a las 16 horas y media (al final me adelante en 7 minutos a la previsión. jejejeje). Pero para ello tendría que apretar en las primeras horas todo lo que pudiese para poder recorrer el máximo de recorrido durante las horas de menor calor. Mi gran amigo Jesús el liebre siempre tiene esa filosofía en carrera: "lo que no corras al principio no lo correrás al final". Así que comencé a tirar para arriba intentando mantener ritmo en las subidas que nos llevaron hasta el Puerto del Peon. Durante este tramo comencé a coincidir con compañer@s de fatigas, como la que seria la ganadora de la prueba ,Helena Carbojosa y Javier Martin, un corredor de Toledo con el que había coincidido en otras pruebas pero con el que nunca había hablado y con el que espero volver a coincidir en algún viaje en busca de la locura.
Pasado el Puerto del Peon comenzamos a seguir la cuerda que nos llevo entre subidas y bajadas al viejo refugio de los Pelaos, donde el amanecer comenzó a iluminar la inmensidad de la montaña.
Tras cruzar esta zona comenzó una vertiginosa bajada donde me dio alcance Vito. Intente seguir su ritmo de bajada y fue entonces cuando una piedra se interpuso contra mi pie. La patada que se llevo la piedra fue morrocotuda aunque no la produje ningún tipo de daño. Por el contrario mi zapatilla quedo muy dañada y mi mente me llego a decir en algun momento que hoy la montaña iba a ganar pues era imposible poder correr con la zapatilla en esas condiciones...
Pero había que intentarlo, no había ido hasta allí para volverme sin haber vivido a tope esta carrera, así que continué corriendo intentado que los dedos no se me saliesen hacia fuera.
A cada persona que veía le preguntaba si tenia cinta americana, pero no había suerte. Al llegar al puerto Candeleda los voluntarios avisaron por walki para ver si en algún control de paso alguien disponía de cinta, y afortunadamente la flauta sonó: en el Morezon se
encontraba un miembro del equipo de seguridad de B612, el cual indico a los voluntarios del puerto Candeleda que si llegaba hasta allí me podría arreglar la zapatilla.
Este dato me dio mucha moral y comencé a subir hacia el Morezon con gran entusiasmo y sintiendo que en las subidas no tenia problemas para continuar avanzando. Al llegar al Morezon, me encontré con este crack de la foto. Sin dudarlo y sin perder tiempo me cosió la zapatilla con bridas y cinta americana. ¡No me lo podía creer! Infinitamente agradecido.
Tras recuperar la tracción en las bajadas hice sociedad con Jose, un corredor de Guadalajara con el que compartiría muchos kilómetros durante la prueba. Entre uno y otro llegamos al refugio de la laguna grande de Gredos en unos 45 minutos por debajo de lo planificado.
Tras avituallar y encontrarme con Carolina Cañizares, gran corredora y magnifica persona, continué para enfoscar la parte mas dura: las subidas al Ameal de Pablo y al Cabeza Nevada... bueno... he dicho duras... lo duro fueron las bajadas...
Y es que subir se sube pero bajar... eso es otra historia. La bajada del gargantón, con nevero incluido y su gran inclinación, te hace bajar culeando en mas de una ocasión. La progresión es lenta, y el kilómetro se hace sumando muchos minutos. Pero si esa bajada es mala, la bajada del Cabeza Nevada es ya de traca. Comienza la sinuosa bajada en un mar de piedras que aparentan fijación pero que se mueven al primer despiste. Tras el caos llega la pradera, llena de pequeños agujeros disimulados por las largas hierbas y que están deseosos de que algún incauto meta su pie en algún despiste para engullirlo.
Pero sin duda la ultima parte de esta bajada, cuando ya se ha pasado la laguna del novillero y estamos muy cerca del puente Roncesvalles, es la mas dura de toda la carrera ( o al menos para mi). La inclinación es brutal y la hierba y la arenilla se hacen fuertes generando constantes resbalones que te ocasionan mas de un susto. En esta bajada los cuadriceps se ponen al rojo vivo de ir frenando el cuerpo que tiende hacia delante a gran velocidad. En esta bajada me dio caza Helena, gran especialista en terreno técnico, y que así lo certifico proclamándose horas despues ganadora de la carrera. En esta bajada también tuve que parar a realizar una parada en boxes para que me dieran un par de vueltas de cinta americana en la zapatilla. Afortunadamente en un punto de control unos voluntarios tenian de este genial elemento que a partir de ahora siempre llevare dentro de mi mochila. En este punto de control se encontraba otro gran corredor: David Martin de Vidales del equipo Maximo Trail. Este se encontraba intentando recuperarse de una hipoglucemia. Problemas estomacales le habían provocado cruzar la zona mas dura y técnica de la carrera sin poder comer nada y la maldita pájara había hecho su aparición. Tras despedirme de David y agradecer a los voluntarios su habilidad para arreglar zapatillas continué para llegar hasta el puente Roncesvalles.
Allí ni pare, cargue un poco de agua lo mas rápido posible e intente relajar los músculos poniendo un ritmo mas suave, el cual me duro poco al ver que a pocos metros por delante de mi se encontraba Helena. Me pegue a ella y entre charlas y risas fuimos quemando juntos kilómetros. El calor era insoportable y cada vez que cruzábamos una garganta metíamos la quijotera en el agua para bajar temperatura pues el calor era insoportable. Poco a poco, kilómetro a kilómetros y manteniendo ritmos constantes fuimos llegando a la plataforma donde me esperaba un buen avituallamiento.
Sin pausa me comí unos macarrones sin utilizar cubiertos. No podía dejar de pensar lo que se estaría riendo el señorito Galo viéndome comer de esa manera tan tosca. A pocos minutos de mi llegada a la plataforma llego Javier, al cual lo estaba esperando Carmen, su mujer. Esta, nada mas ver el estado de mis zapas me ofreció unas que tenia en su furgo. No acepte pues mis dedos ya habían aprendido a no salirse del inmenso boquete que presidia la puntera de mis zapas, pero quiero decir que me siento muy agradecido por su apoyo y ayuda. Gracias chicos.
Y con el sol achicharrando y una temperatura brutal volví a hacer sociedad con Jose de Guadalajara para coronar la ultima cumbre: la Mira. Esta ascensión se hizo muy divertida metiendo ritmos fuertes para coger a corredores que se iban quedando rezagados en las ultimas cuestas. Pero lo que mas me sorprendió fue que al llegar a la cumbre, detrás de mi se encontraba Javier, el cual en la plataforma, después de ofrecerme las zapas, se le veía muy cansado. Al parecer, los macarrones se habían comportado en su cuerpo al igual que poción mágica en Axterix. Y sin quererlo ni planificarlo hicimos nueva sociedad en la bajada hasta el Nogal del Barranco donde bajamos a un fuerte ritmo dando alcance a un gran numero de corredores que ya venían pidiendo la hora.
En el Nogal del Barranco ya solo nos quedaba una bajada por sendero y camino de unos 10 kilómetros. Pero yo no contaba con que había que recorrer algo mas de un kilómetro por asfalto, el cual me provoco que de los dedos del pie afectado por la zapatilla rota me saliese humo... ¡casi se me achicharran|... pero ya no nos íbamos a quejar después de todo lo que llevábamos... así que sin pensar mucho llegue a Arenas de San Pedro donde pare el crono en 16 horas y 23 minutos, clasificando el 41 de la general y sintiéndome muy orgulloso del trabajo realizado en tan duro y salvaje circuito.
LOS CRACKS CON LOS QUE COINCIDI Y YO MISMO:
CORREDOR: JAVI " FREELANCE"
TIEMPO: 16h 15m
POSICION: 38
ACCION: Coincidimos en el pabellón donde nos saludamos. En carrera estuvimos adelantándonos constantemente hasta que hicimos sociedad en la bajada de la Mira. En el asfalto, a pocos kilómetros de meta, no pude seguirlo: ritmo muy constante y alto: gran corredor de ultras.
Todo un placer compartir con él esta aventura y esperando volver a coincidir en alguna locura...
Todo un placer compartir con él esta aventura y esperando volver a coincidir en alguna locura...
CORREDOR: JOSE "EL ALCARREÑO"
TIEMPO: 16h 28m
POSICION: 43
ACCION: Gran corredor del Equipo de Atletismo de Villanueva de la Torre (Guadalajara). Comenzamos a hacer sociedad en la bajada a la laguna grande y fuimos compartiendo kilómetros a muy buen ritmo. Volvimos a juntarnos en la plataforma para hacer la ultima ascensión a la Mira. Todo un placer compartir kilómetros con el. Gran corredor de montaña.
CORREDORA: HELENA LA SALMANTINA
TIEMPO: 16h 27m
POSICION: 1ª: campeona femenina
ACCION: Coincidimos ya en III edición de la ultra de Gredos y se puede decir que calcamos la misma estrategia pues nos fuimos adelantando en los mismos sitios que el año anterior.
Baja ágil y rápida, y cuanto mas técnico y dificultoso es el terreno mayor es su velocidad de progresión. Muchas felicidades por tu victoria te la mereciste de principio a fin.
Baja ágil y rápida, y cuanto mas técnico y dificultoso es el terreno mayor es su velocidad de progresión. Muchas felicidades por tu victoria te la mereciste de principio a fin.
CORREDOR: EL QUE AQUI LES HABLA
TIEMPO: 16h 23m
POSICION: 41
ACCION: Va pasando el tiempo y la verdad que cada dia me encuentro mejor. A pesar de la rotura de mis zapas pude terminar con la ayuda de los voluntarios de la prueba, que se dejaron la piel para que a ninguno de los que nos dispusimos en la linea de salida nos faltara de nada en nuestro transito por el infierno.
En cada kilometro lleve en mente a mis compañeros del Cerro del Bù que no pudieron venir: Galo, Jose, Jesus...: cuando pase por el Ameal de Pablo os eche en falta y recordé como posábamos los cuatro juntos para la foto en la primera y la segunda edición...
Sigo sintiendo que esto, mas que una carrera, es una aventura, un viaje interno donde enfrentarnos a nuestra cabeza cruzando los limites para descubrir nuestros miedos y sentirnos en una lucha contra la montaña... contra nosotros mismos.
En cada kilometro lleve en mente a mis compañeros del Cerro del Bù que no pudieron venir: Galo, Jose, Jesus...: cuando pase por el Ameal de Pablo os eche en falta y recordé como posábamos los cuatro juntos para la foto en la primera y la segunda edición...
Sigo sintiendo que esto, mas que una carrera, es una aventura, un viaje interno donde enfrentarnos a nuestra cabeza cruzando los limites para descubrir nuestros miedos y sentirnos en una lucha contra la montaña... contra nosotros mismos.
LA INTRAHISTORIA
Ya han pasado cuatro años de esta fotografia y aquí seguimos, dando guerra recorriendo montañas como alma que lleva el diablo y con la misma ilusión por la aventura que el primer dia.
La foto corresponde a la subida del Cabeza Nevada por el lado del chozo de la Barranca. Fui el dorsal numero 1 de la primera edicion... Todo un honor.
Recuerdo que hizo mucho frio y el circuito era en sentido contrario al actual. Hasta allí nos desplazamos unos cuantos locos en una edición que, al menos a mi, me pareció durisima, incrementado por una organización que debía madurar. Tras esta vinieron las ediciones del 2015 y 2016, donde apareció una gran evolución en la organización. Tras estas tres ediciones hubo un año de transito por el desierto, el 2017, donde algunos no pudimos quedarnos sin estos montes y organizamos una "Pirata"... Y ahora, año 2018, la edicion de la Ultra de Gredos se ha consolidado como una gran prueba de máxima dureza no acta para todos con un circuito endiablado que te lleva al limite y donde la organización gestiona de manera sobresaliente un evento de gran magnitud para el disfrute de todo aquel que quiera enfrentarse a estas duras montañas... Sin duda volveremos a su quinta edición.
Y como si hubiese sido poco... el domingo, sin apenas haber descansado del palizon, corri junto a mi Henar, y mis cuñados Olmo y David el Desafio Navatrail de 10 Km y 700D+... donde mi querida princesa nos marco un ritmo endiablado que nos costo mucho seguir...pero eso ya es otra historia que otro dia os contare...
En breve mas...
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